viernes, 17 de junio de 2016

La primera persona en ganar dos premios Nobel fue una mujer

Maria Skłodowska o Marie Curie, como era conocida en Francia, fue una mujer totalmente extraordinaria por todos los obstáculos que tubo que superar para ser una de las mejores científicas de la historia. Su Polonia natal estaba ocupada por el imperio ruso, y estaba prohibido que los polacos tuvieran estudios medios o superiores, por lo que jugándose el ser encarcelada estudió en secreto. En 1891 fue a París con los pocos ahorros que tenía y la escasa ayuda que le podía enviar su padre, vivía de forma muy modesta y se dedicada en cuerpo y alma a sus estudios en la Universidad de la Sorbona. En 1893 acabó la carrera de Física siendo la primera de su promoción y un año más tarde finalizó la carrera de Matemáticas siendo la número dos de su promoción. Alcanzando así el honor de ser la primera mujer en conseguir graduarse en dos carreras en la Universidad de la Sorbona, además de doctorarse en Física y llegar a hablar fluidamente cuatro idiomas.

Tras casarse con Pierre Curie se dedicó junto a su marido a investigar sobre la radioactividad, llegando a descubrir en un solo año dos nuevos elementos químicos; el Polonio, nombrado así en honor a su país natal y el Radio. Consiguiendo por dichos estudios y descubrimientos en 1903 el primer premio Nobel.

En mayo de 1906 fue la primera mujer en ocupar una cátedra en la Universidad de la Sorbona, donde continuó con sus estudios y descubrimientos, consiguiendo por ellos multitud de premios y reconocimientos académicos y en 1911 un segundo premio Nobel, esta vez de Química, siendo así la primera persona en conseguir dos premios Nobel.

Premio Nobel de Física 1903
Durante la primera guerra mundial, viendo los estragos de las heridas y lesiones provocadas en los soldados y las escasas personas cualificadas para atenderles, decide de forma totalmente altruista formar un cuerpo de unas 200 enfermeras, a las cuales instruye en radiología. Dicho cuerpo de enfermeras constaba de varias decenas de unidades móviles radiológicas que estaban pensadas para ser llevadas al mismo frente, siendo ella misma una de las encargadas de llevar dichas unidades al propio frente.

Pero la grandeza de ésta científica era tal, que nunca quiso patentar ninguno de sus estudios, inventos o descubrimientos. Dado a que afirmaba que "nadie debe beneficiarse de cualquier forma en exclusiva de mis investigaciones dado a que las llevo a cabo en beneficio de toda la humanidad". Éste hecho se hizo más patente cuando al fundarse el Instituto del Radio en París, donó para la investigación a dicho instituto un gramo de Radio puro, haciendo lo mismo en 1929 pero esta vez al Instituto del Radio de Varsovia, teniendo en cuenta que un gramo de Radio puro estaba valorado en aquél entonces en un millón de francos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario