Herón de Alejandría uno de los científicos e inventores más grande de la historia, fue todo un adelantado a su tiempo, siglo I d.C. Desarrolló casi toda su obra en la provincia romana de Egipto, concretamente en el Musaeum (museo) anexo a la Biblioteca de Alejandría, inventando y creando más de ochenta aparatos mecánicos tales como la primera bomba de agua para apagar incendios, sistema de apertura y cierre de puertas, la primera jeringa, autómatas autorregulados capaces de tomar decisiones y la primera máquina expendedora.
La primera máquina expendedora de la historia se empleaba para dispensar agua bendita en los templos. Se trataba de un mecanismo muy sencillo, pero que hacía perfectamente su labor. Funcionaba con una moneda de dos dracmas que se introducía en la ranura (A) para luego caer sobre la plataforma (R), que se deslizaba hacia abajo por el peso de la moneda. Así, el cable (P) se elevaba y destapaba un tapón (G), que dejaba caer el agua en el vaso del devoto fiel. La moneda que había caído sobre la plataforma (R), iba poco a poco resbalando hasta caer en el fondo. En ese instante, se producía el proceso inverso: la plataforma volvía a su sitio y empujaba el cable (P) que volvía a cerrar el tapón.
No fue hasta 1883 no se volvió a crear una máquina expendedora que funcionase y fuese económicamente viable. Fue en Londres y vendía tarjetas postales. Así que la próxima vez que saques un refresco, una chocolatina o un condón de una máquina expendedora, recuerda que hace más de 2000 años que la creo Herón de Alejandría
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